BAJA TENSIÓN

Las instalaciones de baja tensión transportan la energía eléctrica en los últimos tramos, es decir, desde los puntos de suministramiento situados en los núcleos urbanos, hasta los consumidores particulares.

Esto quiere decir que los puntos de baja tensión son los más habituales en las viviendas y hogares particulares, sea cual sea su tamaño, en las oficinas y puestos de trabajo, en los locales comerciales y pequeñas industrias.

Todos estos puntos privados incorporan el uso de electrodomésticos, luminarias, aparatos y sistemas eléctricos, los cuales requieren una menor tensión eléctrica para funcionar. De lo contrario, la carga sería demasiado elevada y no sería posible su funcionamiento, proporcionando mayor peligro de electrocución.

Los niveles de voltaje que distribuye una red de baja tensión son inferiores al 1 kV. En concreto, si una red es monofásica, su potencia es de 230 V y si es trifásica, de 400 V. En Atlas Energía disponemos de distintas tarifas de baja tensión para todo tipo de consumidores.