Que podrás encontrar en este artículo:
- 1 ¿Qué es el certificado de calificación energética?
- 2 ¿Qué quiere decir “eficiencia energética”?
- 3 ¿Qué es la etiqueta energética de un electrodoméstico o de mi hogar?
- 4 ¿Cómo funciona la calificación energética de mi casa?
- 5 ¿Cómo mejorar la calificación energética de mi hogar?
- 6 ¿Es obligatorio el certificado de eficiencia energética?
¿Qué es el certificado de calificación energética?
El certificado de calificación energética es un documento oficial, expedido por el Estado (Ministerio de Industria) y con el que se reconoce la eficiencia energética de un edificio, domicilio, oficina o negocio. A partir del año 2013, este título es obligatorio para cualquier vivienda o finca que se quiera alquilar o vender.
Este documento recopila las características energéticas de la vivienda, local o inmueble, confiriéndole un rango de consumo y otro relacionado a las emisiones de CO2/contaminantes que genera mediante el uso de luz que realiza.
Este documento tiene dos objetivos:
- Mejorar el consumo de energía a nivel europeo y habilitar otros hábitos, medidas y características de uso.
- Conocer las características y necesidades energéticas del inmueble, vivienda o local para averiguar qué cosas se pueden mejorar tanto por parte de la administración, como del consumidor particular.
¿Qué quiere decir “eficiencia energética”?
El término “eficiencia energética” hace referencia a las medidas que facilitan un mayor aprovechamiento de la electricidad. Es decir, las que consiguen los mismos resultados mediante un menor uso/gasto de energía eléctrica.
De ahí que también los electrodomésticos y objetos eléctricos dispongan de este título o documento, que siempre estará indicado con siete letras que se especificarán a continuación.
¿Qué es la etiqueta energética de un electrodoméstico o de mi hogar?
La etiqueta energética es, básicamente, el lugar donde se indican estas siete letras, que van de la A (inmueble eficiente energéticamente) hasta la G (inmueble sin eficiencia energética). Estas muestran el nivel de eficiencia del inmueble o electrodoméstico.
Además de las letras ya mencionadas, la etiqueta energética también consta de colores, los cuales siempre acompañan a una letra específica. La letra A lleva el color verde y la G, el rojo; el resto se va sucediendo mediante un degradado que pasa por distintas tonalidades de verde, amarillo y bermejo.
¿Cómo funciona la calificación energética de mi casa?
Más que cómo funciona, la pregunta sería cómo se puede medir la calificación y eficiencia energética de un hogar. Para ello, se requiere un análisis de los materiales de construcción ya no solo del alojamiento en sí, sino del inmueble en conjunto.
También se deben averiguar la orientación, el estado de las ventanas, qué instalaciones de calefacción y aire acondicionado tienen, cómo es la instalación de agua caliente, etcétera. Todo ello será revisado y constatado por un técnico certificador cualificado para esta tarea, que introducirá los datos en un programa informático para obtener la letra correspondiente.
Este certificado informará, además, de las emisiones de CO2 del edificio, de cómo consume energía el mismo y de las mejoras que deberán tomar tanto su propietario como sus inquilinos para mejorar o mantener los estándares obtenidos.
¿Cómo mejorar la calificación energética de mi hogar?
Antes de nada, hay que recordar que no todas las calificaciones requieren una mejora de la eficiencia energética. El mínimo aceptado por el Ministerio es la letra D, siendo el intervalo entre E y D los más comunes en la mayoría de inmuebles del Estado. No obstante, los que no requieren ningún tipo de cambio son los A y B.
En cuanto al resto, los propietarios o residentes en el inmueble deberían llevar a cabo las siguientes acciones para mejorar su calificación:
- Aislar ventanas y puertas: procurar que las ventanas cierren adecuadamente y revisar que sus complementos de aislamiento estén en el estado adecuado, que no tengan ni grietas ni roturas, sobre todo en ventanas antiguas de madera.
- Ahorrar y optimizar los recursos energéticos: utilizar electrodomésticos con una alta calificación energética (A, A+ o A++), además de bombillas led y productos con un bajo consumo energético. También sería conveniente apagar luces, objetos y electrodomésticos que no deban estar constantemente encendidos.
- Controlar la temperatura: utilizar el aire acondicionado y la calefacción de forma eficiente y responsable, ya no solo con el medio ambiente, también con la propia factura eléctrica.
¿Es obligatorio el certificado de eficiencia energética?
Sí, es obligatorio desde 2013 para todos los inmuebles, excepto para los siguientes:
- Edificios históricos.
- Edificios religiosos.
- Explotaciones agrícolas o destinadas a fines industriales.
- Monumentos históricos.
- Viviendas que se alquilen menos de 16 semanas al año.
- Inmuebles demolidos o que vayan a ser una construcción provisional.
- Alojamientos de menos de 50 metros cuadrados.
El resto de alojamientos, edificios, locales o fincas, destinadas a venta o alquiler, deben tenerlo activo. De lo contrario, el propietario deberá abonar una multa de entre 300 a 600 euros. Esta etiqueta tiene una vigencia de diez años desde el momento en el que se emite.