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La contaminación se ha convertido en el pan de cada día para, prácticamente, todas las ciudades grandes y pequeñas del mundo. Por este motivo, muchos ayuntamientos y ciudadanos apuestan por incentivar el uso de vehículos sostenibles como las bicicletas.
No obstante, muchos habitantes de estas urbes no pueden renunciar a seguir utilizando el coche como medio de transporte. Ya sea por las distancias que deben recorrer, ya sea por la comodidad que les aporta este vehículo, el coche y las motos en menor medida siguen usándose mucho.
La gasolina y el diésel, líquidos altamente contaminantes
Uno de los motivos por los que este tipo de vehículos resultan tan contaminantes para el medio ambiente es, precisamente, por su emisión de dióxido de carbono. Éste, por su parte, se causa debido a la combustión de la gasolina o el diésel que los motores de estos coches y motos utilizan para funcionar.
Por este motivo, cada vez más personas eligen comprar o adquirir un coche eléctrico. Este tipo de vehículos utilizan la energía eléctrica, tal y como su nombre indica, para hacer funcionar su motor.
De esta manera, con sólo enchufarlos a una fuente que muchas ciudades ya disponen, los propietarios pueden cargar su coche y circular de forma limpia con el ambiente. Eso sí, a primera instancia, lo que más suele llamar la atención de estos vehículos es su precio.
No todos los conductores pueden hacerse cargo de los precios de estos coches. Este motivo, sumado a la poca presencia de fuentes eléctricas donde cargarlos, los vehículos eléctricos no encabezan las listas de ventas por ahora.
Asimismo, no todos los conductores y propietarios de vehículos son conscientes del nivel de contaminación que provocan los coches habituales y comunes. Y, lo que es más preocupante aún, pese a saberlo, no todos los conductores desean hacer el cambio aunque puedan.
Conductor, ¿sabía que el diésel contamina más que la gasolina?
Hasta aquí, todo claro: la realidad de que el coche eléctrico contamina menos que el normal es evidente y, valga la redundancia, real. Pese a esta afirmación, los coches con gasolina o diésel son los más usados.
Por este motivo, los consumidores deben mantener una actitud más consciente en lo que a sus compras y hábitos de consumo se refiere. Con estos hábitos, los efectos sobre la contaminación podrán ser ya no menores, pero sí más controlados y responsables.
Gracias a un estudio publicado recientemente por la web acierto.com, se conoce que un 42% de los españoles no conoce la cantidad de contaminación que produce el diésel de su coche. De ahí que sea tan importante mantener unos hábitos conscientes.
Cualquier coche produce dióxido de carbono, tal y como se ha comentado algunas líneas atrás. Sin embargo, los que utilizan diésel para activarse no sólo expulsan éste, también dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión. Esto los lleva a contaminar aún más que los de gasolina.
Los conductores siempre han pensado que los coches y motos de diésel consumen menos que los de gasolina, pero este estudio y los expertos de acierto.com afirman que no es así. Algo que, sumado a la contaminación tan alta que provoca el diésel, lo convierte en no muy adecuado para el consumo de transporte.
Lo primordial de todo este asunto es difundir y propagar estos hábitos de consumo responsables que se comentaban. De esta forma, no sólo se reducirán las emisiones de CO2, también se trabajará por la construcción de un planeta más sano, ecológico y sostenible para todos.