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El invierno y la calefacción
Cuando llega el invierno, el consumo de calefacción se dispara, lo que hace que nuestro gasto energético aumente, ya sea de electricidad o de gas, y esto se nota en las facturas, llegando a complicar la llegada de fin de mes para muchas personas. Y es que la calefacción supone casi la mitad del gasto total de energía que hacemos en nuestra casa en invierno. Incluso en ciudades más frías o viviendas aisladas puede suponer un 70% del consumo energético anual.
Por esta razón, es fundamental seguir una serie de hábitos que nos permitan reducir el gasto en calefacción todo lo posible. Un uso responsable de los sistemas de calefacción puede conllevar un importante ahorro sin tener que renunciar a un confortable ambiente dentro de nuestro hogar en los meses más fríos y sin necesidad de realizar grandes esfuerzos. La ventaja es que, normalmente, no estamos acostumbrados a aplicar políticas de ahorro, por lo que simplemente poniendo en práctica algunos consejos básicos y el sentido común, podemos conseguir un ahorro significativo.
Mantener una temperatura adecuada de forma constante
Los expertos afirman que la temperatura ideal del hogar en invierno es de entre 19 y 21 grados. Debes saber que por cada grado que subamos la temperatura, estaremos gastando un 7% más de energía, lo que se reflejará en nuestra factura. No podemos pretender poner la calefacción mucho más alta por el simple hecho de querer estar en manga corta. Si vas abrigado, no pasarás frío con esta temperatura.
Utiliza un regulador de temperatura
Gracias a un regulador de temperatura, podemos adaptar la calefacción a nuestras necesidades en cada momento. Obviamente, no se necesita la misma temperatura si estamos en casa que si salimos a la calle. Cuando no vayamos a estar en casa, podemos reducir la temperatura a 15 grados. De esta forma, gastaremos menos pero la casa estará a una buena temperatura cuando lleguemos.
Contar con un buen aislamiento en casa
Disponer de un buen aislamiento en nuestro hogar nos ayudará a mantener el calor. De esta forma, podemos llegar a ahorrar hasta un 40% en la factura. Algunos de los sistemas de aislamiento más eficaces son el doble acristalamiento y los burletes adhesivos en puertas y ventanas. Además, no está de más realizar una revisión de los escapes de calor.
Mantener los aparatos en buen estado
Tanto si tenemos caldera como si usamos aire acondicionado, es importante que el equipo se encuentre en buen estado para que su funcionamiento sea eficiente. De lo contrario, el consumo será mayor porque necesitará más energía para alcanzar la temperatura deseada, lo que disparará la factura.
No dejes la calefacción puesta todo el día
Al contrario de lo que muchos suelen pensar, no es bueno dejar la calefacción encendida todo el día. Es recomendable apagarla durante la noche. Piensa que estarás tapado con las mantas y que no la necesitarás al menos que haga mucho frío. Además, si tu casa está bien aislada, el calor del día se mantendrá en gran parte por la noche también.