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El hidrógeno verde está llamado a ser el combustible de la transición energética. Te explicamos cómo se extrae, de qué manera se está poniendo en uso y los retos que plantea para infraestructuras, transporte y sector energético.
¿Qué es el hidrógeno verde?
Hoy en día la mayor parte del hidrógeno se extrae del gas natural, en un proceso que genera emisiones de gases contaminantes a la atmósfera y que requiere un alto consumo de electricidad. El hidrógeno verde, sin embargo, se produce por un proceso de electrólisis del agua, un proceso químico en el que se descompone el agua en oxígeno e hidrógeno, por medio de electricidad de origen renovable. De ahí su apelativo verde.
El potencial del hidrógeno verde en la transición energética
El hidrógeno renovable, también conocido como hidrógeno verde, es considerado por expertos en transición energética como la gran apuesta de futuro. Su abundancia en el universo lo convierte en una fuente inagotable de energía renovable que no emite dióxido de carbono.
Las características del hidrógeno verde combinan eficiencia y descarbonización, lo que lo convierte en el santo grial de las energías renovables.
La economía del hidrógeno verde y sus desafíos
El hidrógeno verde se presenta como una alternativa renovable para aquellos usos energéticos que no se pueden electrificar y que todavía dependen de los combustibles fósiles, especialmente en el ámbito industrial. Sin embargo, su implementación requiere grandes inversiones en infraestructuras y transporte, así como en sistemas de almacenamiento de energía, como las baterías.
El proceso de electrólisis del agua para producir hidrógeno verde es costoso y requiere una gran cantidad de electricidad, lo que representa al menos el 60% del costo total. Afortunadamente, los precios de la energía renovable han disminuido significativamente en los últimos años y se espera que esta tendencia continúe.
Se estima que, para 2050, la combinación de precios más bajos y una mayor demanda de hidrógeno podría reducir el costo de este combustible en un 71%. Además, se espera un aumento en los precios del mercado del carbono, lo que estimularía aún más la transición hacia esta energía alternativa.
El impulso del hidrógeno verde en Europa
Para acelerar la implementación del hidrógeno verde, es necesario aumentar la inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). La Comisión Europea ha anunciado que destinará hasta 30.000 millones de euros a esta tecnología en los próximos diez años.
Algunos países europeos, como Países Bajos o Portugal, ya han comenzado a invertir en la tecnología del hidrógeno verde. Durante la crisis del coronavirus, tanto inversores como empresas en Europa han instado a la Unión Europea a definir un plan de recuperación que fomente el uso del hidrógeno verde en el transporte y la industria pesada.
En España, la ley de Cambio Climático y Transición Energética incluye una fuerte apuesta por este combustible. Se ha presentado el proyecto Green Spider ante Bruselas, el cual tiene interés común europeo y busca desarrollar una red de hidrógeno verde a gran escala para exportarlo desde España hasta el norte de Europa a través de una red de transporte de hidrógeno.
En conclusión, el contexto económico e industrial actual favorece el desarrollo y la inversión en hidrógeno verde. Estaremos atentos a cualquier novedad sobre esta energía, que está destinada a liderar la transición energética y reemplazar los combustibles fósiles.