En los últimos cinco años, la energía eólica en Europa ha experimentado un crecimiento bastante estable, llegando a alcanzar la cifra de 258 GW de potencia instalada. Sin embargo, la incertidumbre política y la falta de ambición en algunos países del viejo continente han empezado a convertirse en grandes obstáculos de cara al futuro.
Según el último informa publicado por WindEurope Perspectivas de la energía eólica en Europa, para el año 2022 la capacidad de energía eólica en Europa aumentará de media 17 GW. En los próximos cinco años se instalarán 87 GW, con lo que el continente alcanzará los 258 GW de capacidad instalada. Aerogeneradores más agrandes ayudarán a impulsar este crecimiento a través de turbinas de 4MW y 8 MW que, poco a poco, se están convirtiendo en la norma.
En este contexto, Alemania continuará liderando el mercado con 73 GW instalados para el año 2022, pero se espera que España ostente el segundo puesto con 30 GW, seguido de cerca por Reino Unido con 26 GW. Eso sí, mientras que la participación de Alemania en nuevas instalaciones descenderá del 40% al 24%, España y Suecia experimentarán un importante crecimiento con años de récord en 2019. Y se espera que también ocurra en el Benelux, Turquía, Noruega y Francia. Así pues, para el año 2022, Europa representará una cuarta parte de la potencia eólica de todo el planeta.
Junto a las nuevas incorporaciones de capacidad, en el próximo lustro, tendrá lugar el cierre definitivo de los parques eólicos de primera generación en el continente. Para entonces, 22 GW de potencia instalada habrán superado ya las dos décadas. Antiguos aerogeneradores que serán sustituidos por otros con mayor potencia. Aunque también hay algunos aerogeneradores de entre 4,3 y 6,4 GW que serán desmantelados por completo.
La cuestión es que la energía eólica va por buen camino de cara a lograr una mayor expansión en el continente europeo en los próximos cinco años. No obstante, hay que decir que este buen ritmo tiene mucho que ver con las decisiones tomadas en el pasado. En cambio, las previsiones para nuevas decisiones de inversión hasta 2022 todavía no están muy claras.
La mayor parte de los gobiernos europeos todavía no han aclarado las directrices que marcarán los planes para los nuevos planes eólicos de aquí a una década, por lo que cada vez es más complicado conseguir permisos para la apertura de nuevos parques eólicos. En este sentido, los Planes Nacionales de Energía y Clima para 2030 serán cruciales, ya que definirán los volúmenes de las nuevas energías renovables que los países quieren y de qué manera y en qué momento proponen subastar la nueva capacidad. Por otro lado, estos planes también necesitan que los gobiernos articulen sus propuestas para las energías renovables.