Queda claro que si lo que pretendemos es corregir errores del pasado y enfrentarnos a la realidad que vivimos, debemos actuar de manera valiente.
Si fuimos en su día lo suficientemente intrépidos para recortar las primas a las energías renovables, acogiéndonos al criterio de garantizar la rentabilidad razonable de las instalaciones, tendríamos que ser ahora lo suficientemente valientes para empezar a hacer limpio en el sistema de generación y más concretamente en la energía producida “o no producida” de los ciclos combinados.
Es evidente que errores pasados nos llevaron a un sobredimensionamiento de la potencia instalada en España, y esto a su vez ha llevado a un incremento de los pagos por capacidad que estamos soportando todos los españoles.
Actualmente si existen centrales de ciclo combinado que no tienen ningún sentido deben de pasar a un estado de hibernación de una manera inmediata pero no debe ser una decisión de las empresas propietarias de estas centrales sino debe ser el regulador el que exija el cierre de dichas centrales.
Está claro que el pago por capacidad tiene 2 conceptos:
1.- Pago en concepto de la puesta a disposición de las centrales al sistema eléctrico, por si es necesario aportar puntos de energía en días de baja producción renovable o fallo de otras centrales.
2.- Pago en concepto de recuperación de la inversión realizada, durante 10 años.
Por lo visto, una central que tiene 5 años de vida y no ha generado ni un kW no pide su hibernación entre otras cosas porque por un lado, ingresa las cuotas del retorno de la inversión y por otro, como central de reserva y aunque no entre en funcionamiento es rentable.
Queda claro que si en el momento de realizar la inversión dispones de un contrato que te garantiza el retorno de la inversión (cosa discutible, deberían existir muchos matices) se debería respetar para mantener una Seguridad Jurídica, pero lo que no esta tan claro, es que si dichas centrales no están entrando en el proceso de generación de energía deberían ser hibernadas por orden del regulador y aunque el sistema seguiría pagando la parte correspondiente a la amortización de la inversión de los pagos por capacidad por otro lado, ahorraríamos la parte de pagos de capacidad relacionada con la disponibilidad de potencia.
Queda claro que debe existir disponibilidad de potencia, pero si en un año no se han puesto a generar ni una sola vez querrá decir que hemos de estudiar mejor que potencia necesitamos como apoyo y cuál no. De esta manera, aún y pagar, por centrales hibernadas pagaríamos bastante menos que ahora y podríamos reducir los costes energéticos del país.
No me gustaría pensar que si los propietarios de los ciclos combinados fueran los mismos que los propietarios de las instalaciones de energía renovables se hubiera actuado de una manera más firme. El regulador tiene la obligación de tomar medidas y decisiones valientes para el bien del consumidor final y de la mejora de la productividad del país.
Néstor Gutiérrez
CEO Atlas Energia
Fuente: http://cincodias.com/cincodias/2015/06/08/empresas/1433784067_426789.html