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El año 2018 empezó con unas muy bajas temperaturas, algo que causó una fuerte demanda de energía con el objetivo de atemperar las casas, entre otros. Este consumo se vio conectado a un auge del precio de, sobre todo, la energía eléctrica. Algo que ha hecho que todo el mercado eléctrico español haya sufrido una reforma tanto en costes, como en consumo y demanda.
Abril, el mes con más demanda energética de 2018
Abril ha sido el mes con más demanda energética de 2018, si lo comparamos con el pasado mes de abril, el del año 2017. Esta demanda se aplica tanto a la energía eléctrica, como a la eólica y la hidráulica, aunque la electricidad supone la más solicitada y consumida de todas.
No obstante, cabe decir que la fuente energética que más ha aportado a lo largo del primer cuatrimestre de este 2018 ha sido la hidráulica. Este dato, junto al consumo eólico, resulta muy positivo y muy esclarecedor en cuanto al auge que las energías renovables están adquiriendo en el mercado español.
Los datos y resultados tras el balance de los consumos a nivel anual, indican que, en energía eléctrica, los consumidores han solicitado un 2.1% más que el año pasado. Asimismo la energía eólica se ha consumido un 6.3% más que en 2017, y la hidráulica, un 24% más.
El mercado está cambiando y los paradigmas de consumo también. Cada vez son más los clientes y las comercializadoras que apuestan por energías limpias y renovables, hecho que supone un gran punto a favor de la ecología y el respeto al medio ambiente.
Si se pone el foco en la energía eléctrica, su demanda ha crecido un 5,7% en abril de 2018 comparando este consumo al del abril de 2017. Este tanto por ciento se traduce en 19902 gWh consumidos, según datos de la Red Eléctrica de España (REE).
¿Y el recibo de la luz? ¿Qué sucede con él?
La explicación del estado de la facturación y costes de la energía eléctrica resulta algo complejo a simple vista, pero desde el blog de Atlas Energia vamos a poner un poco de luz para explicar a nuestros lectores los últimos cambios.
El mes de abril ha supuesto no sólo un aumento del consumo de la luz, también de su coste. En total, la luz ha subido un 0.7% respecto al pasado mes de marzo del 2018, según Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). No obstante, y cabe marcar este matiz, si se tiene en cuenta este mismo periodo pero del año 2017, la luz a disminuido un 5.3%.
Así pues, ¿qué podemos decir? La respuesta es muy sencilla: la luz ha bajado su coste en términos de largo plazo, pero sí que aún no resulta tan económica como lo fue en su momento hace un par o tres de años. Sin embargo, el mercado va por el camino correcto para conseguirlo.
La bajada del precio se debe, básicamente, a los beneficios que ha aportado el clima en este primer cuatrimestre del 2018. Sin dejar de lado el incremento de la producción de energía eléctrica mediante tecnologías renovables como el agua (hidráulica) y/o el viento (eólica).