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La descarbonización se refiere al proceso de reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) resultantes de la actividad humana en la atmósfera.
El objetivo actual (y optimista) de la descarbonización es ir eliminando, paulatinamente, nuestras emisiones de dióxido de carbono.
Pero lo principal, para lograr una descarbonización profunda, es replantearnos cómo producimos y consumimos energía. Solo así podremos liderar un cambio radical hacia las energías renovables y las fuentes de energía bajas en carbono.
¿Qué supone la descarbonización en la práctica? Llegar a las emisiones netas cero requiere cambiar a fuentes de energía limpias y pasar de los combustibles fósiles a la electricidad.
¿Por qué es tan urgente la descarbonización?
Según el Foro Económico Mundial, la descarbonización total de nuestros sistemas energéticos es la única solución para la estabilización del clima.
Sin embargo, ya nos hemos quedado atrás con respecto a los objetivos fijados en 2015, y nuestras políticas actuales conducirán, en el mejor de los casos, a un aumento de 2,1 °C y, en el peor, a un aumento de 3,9 °C.
Esta situación es bastante alarmante. Para dar un poco de contexto, la última vez que la temperatura media mundial fue 2 °C más alta, el nivel medio del mar era más de 6 metros más alto que el actual.
Con un aumento de 3 °C (la media actual a la que nos dirigimos si no cambiamos nuestros hábitos), ciudades como Miami, Shanghai, Osaka o Río de Janeiro se hundirán bajo el agua. Además, un total de 275 millones de personas en todo el mundo tendrían que reubicarse y escapar de la inundación.
Los múltiples escenarios mundiales según el nivel de descarbonización
El Grupo Internacional de Expertos sobre el Cambio Climático ha generado 5 escenarios RCP (Representative Concentration Pathway) para anticipar los efectos de nuestras emisiones de carbono en las temperaturas globales de la Tierra:
RCP8.5
Este escenario describe el resultado probable si no hacemos esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
RCP6 y RCP4.5
Estos dos escenarios describen lo que podría ocurrir si no actuamos con la suficiente rapidez. Según los últimos informes, actualmente nos encontramos entre los escenarios 6 y 4.5.
RCP2.6
es el único escenario en el que se alcanzan los objetivos del Acuerdo de París. Seguir esta senda significa conseguir que las emisiones netas de CO2 sean nulas, o inferiores a cero, poco después de 2050.
Aunque las probabilidades no parecen muy buenas, todavía tenemos una oportunidad de limitar el calentamiento global a 2 °C (o menos) para 2100: la descarbonización profunda.
¿Qué se necesita para llegar a conseguir la descarbonización?
Por supuesto, no podemos abandonar las viejas formas de producir y consumir energía de la noche a la mañana. Pero la emergencia de la situación exige que aceleremos drásticamente nuestra transición hacia las emisiones cero de carbono.
El camino hacia la descarbonización implica que las industrias renueven su forma de producir, que revisemos lo que compramos y ponemos en nuestros platos, y que las empresas actualicen la forma en que producen, almacenan y distribuyen la electricidad.
Energías renovables y e-movilidad para lograr la descarbonización
A medida que dependemos cada vez más de las energías renovables y de las fuentes de energía con bajas emisiones de carbono, surge un nuevo problema:
¿Cómo pueden las turbinas eólicas producir energía cuando no hay viento?
¿Cómo pueden nuestros paneles solares satisfacer las demandas repentinas de energía durante la noche?
Parte de la respuesta está en cómo almacenar la energía y devolverla a la red para garantizar un flujo seguro y constante.
Los vehículos eléctricos son baterías sobre ruedas
Resulta que los vehículos eléctricos son baterías sobre ruedas. Cuando hay suficientes vehículos enchufados, podemos utilizarlos para alimentar y estabilizar la red.
Con el uso de infraestructuras inteligentes de recarga de vehículos eléctricos y nuevas tecnologías como V2G (vehicle-to-grid), podemos cargar o descargar las baterías de los vehículos conectados a la red en función de las necesidades momentáneas y, por tanto, eliminar todos los riesgos de escasez.
Qué es exactamente en V2G
El V2G es un sistema en el cual la energía puede ser vendida a la red eléctrica por el conductor de un vehículo todo-eléctrico o híbrido enchufable, cuando esté conectado a la red en los momentos que no se use para el transporte.
Alternativamente, cuando las baterías del coche necesiten ser recargadas, el flujo se invertirá y la electricidad fluirá de la red al vehículo.
Si quieres contribuir al proceso de descarbonización, apuesta por pasarte a la energía verde en tu negocio y en tu hogar. En Atlas energía te ofrecemos la oportunidad de ser parte de la solución al cambio climático.