Todo y que el nuevo cambio de tarificación eléctrica en vigor desde el pasado 1 de octubre, se ha vendido por parte del gobierno como una gran oportunidad de ahorro en el coste energético, la realidad es que este hecho es una paso más hacia la inestabilidad de los hogares en lo que se refiere a la organización presupuestaria de una vivienda. La gran mayoría de los hogares quieren conocer de antemano que costes tienen en su vivienda para saber de qué cantidad económica disponen para poder realizar o no diferentes actividades familiares, pero parece ser, que el gobierno entiende que la mejor manera es que los usuarios paguen su factura de luz en función del precio horario del mercado mayorista de electricidad, es decir, cada día se realiza una subasta donde se marcan los precios de las 24 horas del día siguiente y así sucesivamente, por tanto cada hora pagaremos un precio diferente por nuestro consumo y a la vez los precios del mercado mayorista variaran enormemente en función de aspectos, entre otros, meteorológicos, es decir, los precios horarios de los meses de primavera y otoño tenderán a ser más bajos debido al viento y al agua (incremento de producción eólica e hidráulicas) y más caros en invierno y verano debido al incremento de demanda por frío y calor y posibles situaciones anti-ciclónicas. En resumen, parece claro que la realidad de la aplicación de este nuevo método de facturación nos llevara a diferencias sustanciales entre el coste de la factura de luz en los diferentes meses del año creando, en definitiva, una mayor confusión entre los usuarios en un modelo de factura ya de por sí muy complicado de entender.
Si alguien cree que los diferentes usuarios domésticos estarán pendientes cada día del cierre de la subasta del mercado mayorista de electricidad y en función de este cierre modificara sus hábitos de consumo cada día creo verdaderamente que necesita salir del despacho y despejarse un poco ya que el mundo real está hoy por hoy muy lejos de este modelo.
La necesidad de crear un sistema de facturación claro y estable para los clientes domésticos (menos de 10 kw) creo que es mucho más importante que la creación de este nuevo sistema de facturación que en definitiva tampoco te asegura un ahorro en valor absoluto ya que ir al mercado es como invertir en bolsa nunca sabes si el precio será a alza o la baja por tanto asegurar que este sistema supondrá un ahorro para el usuario final me parece, por de pronto, muy arriesgado por parte del legislador.
Néstor Gutiérrez
Conseller delegat ATLAS energia