En la actualidad, la mayor parte de los hogares de nuestro país obtienen la energía de la Red Eléctrica de España. Una entidad privada que se ocupa de llevar la energía en Alta Tensión para que otras empresas la distribuyan a las viviendas. Por este servicio, las familias deben pagar las tarifas establecidas y por los kWh consumidos. Y, aunque se trata del método de obtención de energía doméstica más extendido, lo cierto es que no es el único.
Existe otra opción. Se trata del autoconsumo eléctrico. Un método que consiste en que el usuario genere la propia energía que consume, teniendo por tanto el control total sobre la instalación, sobre los ahorros y sobre los consumos. Un método mucho más respetuoso con el medio ambiente y más eficiente, ya que evita consumir energía de la Red Eléctrica de España, donde la energía proviene en su gran mayoría de fuentes térmicas y nucleares. Por esta razón, no es extraño que cada día más españoles decidan invertir en una instalación de autoconsumo energético en sus hogares.
Cuando el usuario decide empezar a generar su propia energía, el aporte de la misma es completamente limpio y sostenible, por lo que se evita el impacto ambiental que se deriva de la producciones de energía no sostenibles, contribuyendo así a la mejora del planeta. Y es que las fuentes que producen este tipo de electricidad son los paneles fotovoltaicos y la energía mini eólica. Es cierto es que requieren de una inversión para poder empezar a producir energía, pero en unos años esta inversión estará proporcionándole un ahorro económico considerable.
Hay que decir que, recientemente, se ha eliminado el impuesto al sol que desde hace algunos años había frenado drásticamente el crecimiento del autoconsumo eléctrico, ya que obligaba a los usuarios a pagar un peaje de respaldo por su instalación y mantenimiento. Gracias a la supresión de este impuesto, actualmente es mucho más rentable generar la propia energía. Incluso será posible que los usuarios obtengan ingresos por la energía que aportan a la Red y que las placas solares de una vivienda pertenezcan a un tercero.
Eso sí, hay que tener en cuenta que las energías renovables no siempre son capaces de abastecer el 100% del consumo promedio de una familia española, pues en la producción influyen ciertos factores como la calidad de los rayos incidentes o la constancia del viento. Debido a estos periodos en los que los usuarios no son capaces de abastecerse por sí mismos, deben mantenerse conectados a la Red Eléctrica si no quieren quedarse sin electricidad en su vivienda.
En cualquier caso, las ventajas del autoconsumo eléctrico son muy amplias. Para empezar, supone un gran ahorro en la factura de la luz, de entre un 60% y un 80%. Permitiendo evitar las eventuales subidas del precio de la luz, que en los últimos meses han sido constantes. Y no solo eso, sino que además el valor de la vivienda puede aumentar en un 110% y no se emite CO2 a la atmósfera.