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Muchas personas empiezan a interesarse, para bien o para mal, por la calefacción eléctrica. Algunas veces temida, otras (las menos), amada, esta manera de calentar los pisos y negocios tiene una serie de características que se podrán ver a continuación.
Además, estos usuarios interesados también tienen muchas preguntas sobre esta calefacción a base de electricidad. Todas estas preguntas y otras serán respondidas en el artículo que empieza a continuación.
¿La calefacción eléctrica es más cara que la de gas natural?
No hay una respuesta única a esta pregunta, pues siempre depende de la forma en que el consumidor use su calefacción y el lugar donde lo haga. Por este motivo, más que cuestionarse únicamente el coste, lo mejor es aprende para qué ambientes es más recomendable una u otra.
La calefacción eléctrica, mejor para segundas residencias, pisos pequeños y en climas cálidos
Para los hogares y oficinas o negocios pequeños y en climas atemperados o cálidos, la calefacción eléctrica es la mejor opción. De hecho, hay personas que la tienen en las llamadas “segundas residencias”, en las cuales residen con más frecuencia en vacaciones.
Asimismo, la tarifa elegida por el usuario también tiene mucha relevancia en este tipo de calefacción, igual que la discriminación horaria. De ahí que lo mejor sea siempre aplicarla, instalarla en alojamientos de pequeño tamaño y que no necesiten mucho tiempo para calentarse.
En otras palabras, la electricidad es una energía que, de base, es más costosa que el gas natural. Por ello muchas personas creen que su calefacción eléctrica les traerá unas facturas muy elevadas. Sin embargo y como en otros muchos aspectos de la vida, el conocimiento es poder y saber qué tarifa se elige, solucionará muchos problemas económicos.
La calefacción de gas, mejor para primeras residencias, pisos grandes y en climas fríos
Las casas más grandes y en climas más fríos requieren, como es lógico, una mayor inversión en calefacción, además de unas máquinas mucho más potentes y con un rendimiento energético más asequible.
El gas natural tiende a ser más eficaz y asequible que la electricidad como sistema de calefacción, por este motivo para los casos mencionados resulta una opción perfecta. No obstante, existen algunas zonas o localidades (las más rurales y aisladas) en las que esta opción no existe. Estas no tendrán otra elección que la eléctrica.
Esta energía proporciona un calor de inyección más rápida, facilitado por una caldera eficiente y bien mantenida. Además y gracias a una tarifa adecuada para el gasto del usuario, el gas natural es más económico en grandes cantidades.
A todo esto hay que sumar que la calefacción de gas natural y esta energía en general son mucho más respetuosas con el medio ambiente que otras tipologías.
¿Qué ventajas tiene la calefacción eléctrica?
Pese al coste de esta energía, no todo son desventajas. La calefacción a base de electricidad posee los siguientes puntos a favor que la convierten en una muy buena opción:
- Energía más limpia y más cómoda: el servicio es ininterrumpido y el cliente no debe ni cambiar bombonas, ni rellenar depósitos.
- Cero instalación y cero mantenimiento: solo hay que enchufar los radiadores a la corriente y disfrutar del calor que desprenden. No obstante, el usuario que suelo fuera radiante sí que deberá invertir más dinero en la instalación.
¿Qué desventajas tiene la calefacción eléctrica?
Como desventaja está el precio: sigue siendo uno de los métodos más caros para atemperar los hogares y locales comerciales, pese a sus comodidades. Además, los usuarios que la elijan para su casa, deberán tener en cuenta el grado de aislamiento térmico del que disponen.
Es decir, si sus ventanas aíslan bien del exterior, si sus puertas guardan bien el calor en las distintas estancias de la casa o si los techos no son demasiado altos. Sobre este punto, esto también sucede con la calefacción de gas: el calor sube hacia el techo, por ello contra más altos sean los muros, más costará calentar el ambiente.
¿Qué tipos de calefacción eléctrica existen?
En cuanto a los electrodomésticos para la calefacción eléctrica, hay que tener en cuenta que no solo existen los clásicos radiadores, hay otros muchos. Entre ellos, destacan los siguientes:
- Suelos radiantes: ya antes mencionados, la electricidad calienta el sistema presente bajo el suelo del piso o local, provocando que la estancia se atempere.
- Un equipo de aire acondicionado que disponga de bomba de calor.
- Los radiadores de aceite o termoeléctricos. Una de sus ventajas es que siguen emitiendo calor horas después de apagarse.
- La calefacción con acumuladores, muy habitual en usuarios con tarifa y discriminación horaria porque solo pueden ser recargados en determinadas franjas horarias.
- Bomba de calor: adecuado para zonas pequeñas y habitaciones cerradas, pues solo calientan estas áreas. No permite repartir el calor de manera homogénea por la vivienda.