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El cambio horario de invierno y de verano ya es algo habitual, algo a lo que toda la población se ha acostumbrado. El adelantar o atrasar una hora en el reloj se implantó en 1974 como medida de ahorro energético de industrias, negocios y hogares.
Muchas personas han puesto en duda este punto en diversas ocasiones, pues con el horario de invierno, sobre todo, si anochece antes, por ende se gasta más luz. Suena paradójico que crean que puede ser más barato. Por este motivo y con intención de aclarar el tema, desde el blog de Atlas Energía queremos poner luz al asunto.
El cambio horario de invierno nos hace ahorrar, ¿verdad?
Cada último fin de semana de octubre el horario de más de 70 países cambia, atrasándose una hora: a las tres de la mañana serán las dos. Esto intenta no sólo reducir el gasto energético, también adecuar la jornada laboral a las horas de luz.
De esta manera, los expertos que implementaron esta medida intentaban que la jornada laboral tuviese más horas de luz natural y menos de luz artificial, eléctrica. Así pues, se ayudaba a reducir el gasto energético y la despensa económica que ello causaba.
No obstante y según estudios que recientemente se han ido publicando relacionados con esta supuesta realidad, el cambio de hora no implica tanto ahorro energético como todos habíamos pensado.
El ahorro energético del cambio horario con datos
Según las cifras que ha publicado el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), España ahorra aproximadamente 300 millones de euros de forma anual. Una cifra muy significativa y relacionada, sobre todo, con los países que se encuentran dentro del horario europeo.
De estos 300 millones de euros, unos 90 corresponde directamente a los hogares españoles, algo que implica un ahorro de 6 euros por domicilio particular, y los 210 millones restantes formarían parte del ahorro en el consumo de edificios del sector terciario y de la industria.
Pese a la clara confirmación del ahorro que ofrecen estos datos, muchos expertos, como ya hemos comentado anteriormente, han insistido en algunos vacíos y dudas entorno a ello. Algunos claros ejemplos son los siguientes:
- Empresas, industrias y comercios con horario nocturno: este cambio horario no les supone ningún tipo de ahorro en su factura eléctrica. El motivo es bastante lógico, pues va conectado directamente con la modalidad de tarifa a la que se hayan acogido, como bien puede ser la tarifa nocturna.
- Hogares españoles: las familias se ven algo perjudicadas por este cambio horario, ya que las horas de luz solar en las que se encuentran en su domicilio se acortan. Si antes anochecía a las 20 horas aproximadamente, ahora lo hace alrededor de las 18 horas de la tarde. Esto implica que durante las horas que pasan en casa después de trabajar y de la escuela, todos los miembros de estas familias precisen de electricidad.
Medidas para sí ahorrar luz con el cambio horario
El IDAE se ha pronunciado al respecto comentando que el cambio horario no debe ser lo único necesario para el ahorro energético. De hecho, los hábitos responsables de consumo deben ser más incipientes para este objetivo.
Algunos de estos consejos para el ahorro real de luz en la factura son:
- Utilizar la iluminación artificial únicamente cuando sea necesaria.
- Incentivar el uso de tecnologías específicas para el ahorro de energía, como los sensores de luz en áreas de descanso o de aseo.
A simple vista, parece algo lógico y evidente pero no todos los consumidores lo llevan a cabo. Ejercer un consumo efectivo y responsable, tanto con la energía como con la luz, siempre comporta un ahorro.