Que podrás encontrar en este artículo:
Atlas Energia es una compañía muy concienciada con el consumo responsable de una energía eléctrica verde y amiga del medioambiente. Por este motivo, siempre abogamos por el cambio de hábitos y el consumo de una luz producida sin malbaratar la ecología. Asimismo, somos conscientes de que en el hogar existen productos y elementos relacionados con los aparatos eléctricos que deben dejar de producirse, pero también de comprarse. Las bombillas halógenas son un claro ejemplo de ello.
A continuación os daremos 4 razones por las que una bombilla halógena debe dejar de producirse y de comprarse. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Continúa leyendo!
¿Qué son las bombillas halógenas?
Las bombillas halógenas son la evolución de las tradicionales bombillas incandescentes, las que siempre estuvieron en cualquier hogar y cuya fabricación se prohibió por normativa europea en 2012.
Igual que sus antecesoras, el proceso de producción de las halógenas resulta muy contaminante y perjudicial para el medioambiente. Asimismo, las bombillas halógenas consumen mucha más energía que las bombillas LED, las cuales serán, por otra parte, las sustitutas de las primeras.
La razón de su alta capacidad de contaminar proviene de su interior: está formado por un filamento de Wolframio, el cual se encuentra en un gas inerte, y de una pequeña cantidad de halógeno, que suele ser yodo o bromo. Todas estas sustancias son, además, muy contaminantes.
¿Por qué debemos dejar de producir y comprar bombillas halógenas?
Las razones que han llevado tanto a los productores, como a los gobiernos y a los consumidores a querer dejar de producir y consumir bombillas halógenas son muy sencillas:
- Las bombillas halógenas son contaminantes y consumen más energía que sus predecesoras, las bombillas LED.
- La normativa europea activó una ley (Reglamento 2015/1428 de la Comisión, de 25 de agosto de 2015) que obliga a dejarlas de consumir y producir, imperando el diseño ecológico de las lámparas y las bombillas. De hecho, su uso quedará restringido al sector automovilístico.
Cuatro razones para dejar de comprar y producir bombillas halógenas
Además de la motivación política y legal, también os planteamos algunas razones por las que los consumidores deberíamos dejar de comprar este tipo de bombillas:
- Las bombillas halógenas son poco eficientes: en su día fueron más eficientes que las incandescentes, pero actualmente, las LED se ponen por delante sin duda.
- Estas bombillas halógenas tienen obsolescencia programada: tienen una duración media de 2.000 horas, frente a los 15 años de las bombillas LED usada durante 3 horas al día.
- Las bombillas halógenas acaban saliendo caras: pese a que su precio en tienda es más económico, a la larga y debido al siguiente punto que veremos a continuación, las halógenas acaban saliendo caras. De hecho, un consumidor paga de media 11,42€.
- Estas bombillas halógenas tienen un mayor consumo eléctrico: emiten 12 lúmenes por vatio y transmiten un 80% de calor, frente a un 20% de luz. Estos puntos las convierten en una peor inversión para el usuario, el cual acabará pagando y consumiendo más luz de la que realmente obtiene con estas bombillas.