Desde Atlas Energía, creemos fundamental asesorar a nuestros clientes sobre cómo controlar el gasto de la luz en las empresas. Nuestros clientes esperan de nosotros transparencia y honestidad porque proclamamos que esos son los motores de nuestra actividad, englobados en un inexcusable Fair Play empresarial. Para cumplir esas expectativas, nada mejor que proporcionar una información clara y completa que suponga un ahorro económico en ese asunto tan crucial para una empresa que es el gasto de la luz.
Lo primero que debemos hacer es contratar una tarifa acorde a nuestras necesidades. Para ello vamos a explicar de forma somera los distintos conceptos de la factura de la luz:
El consumo: es una variable fundamental, íntimamente relacionada con la actividad de la empresa y con los equipos. El consumo eléctrico se puede y reducir considerablemente si seguimos una serie de consejos de eficiencia energética que ofreceremos más adelante. El consumo eléctrico se mide en KWh, cuyo precio sufre variaciones en función de la época del año y de la comercializadora eléctrica.
La potencia: saber qué potencia necesitamos es imprescindible para no pagar de más. En Atlas Energía aconsejamos a nuestros clientes acerca de la potencia a contratar para poder pagar menos. El precio de la potencia eléctrica está regulado por el gobierno. En el caso de consumos domésticos, se paga un fijo que se limita por el Interruptor de Control de Potencia. En el caso de potencias superiores a 15 KW, esta no está limitada, pero se debe contratar un determinado valor de potencia. Al final, la factura eléctrica a las empresas se realiza en función de los valores máximos de potencia (maxímetro). Es por ello que es importante una revisión periódica, de esos valores para ahorrar en costes. Los profesionales de Atlas Energía estamos al servicio de las empresas para asesorarles de forma individualizada acerca de la contratación de potencia más adecuada.
La energía reactiva: es la energía de más que no se utiliza y que al no ser consumida, se devuelve a la red con la consiguiente sobrecarga. Este valor conlleva una penalización regulada por ley. Para evitar la Energía Reactiva, hay que instalar baterías de condensadores que absorban totalmente esta energía. Muy a menudo nos encontramos que esas baterías sufren averías (no avisan) o quedan anticuadas. Gracias a la monitorización que hacemos del consumo de nuestros clientes, las empresas que contratan la luz a Atlas Energía reciben avisos al producirse estos excesos de reactiva. Esto les permite tomar las medidas necesarias para evitar las penalizaciones de la factura de la luz, y ahorrar costes energéticos innecesarios.
El impuesto eléctrico: que se calcula multiplicando 4,864% (consumo+potencia) x 1,05113.
Alquiler de equipos: que es un precio regulado por ley y varía según el tipo de contador.
IVA: en este caso del 21%.
Todas estas variables deben ser atendidas para contratar una tarifa de luz para empresas que nos permita ahorrar desde el primer día. Tal como hemos comentado, Atlas Energía trabaja junto con sus clientes para reducir su factura de la luz. De todos modos, es también crucial tomar medidas y mantener unos hábitos para que el consumo de luz en la empresa se vea reducido.
Un primer paso debe ser el de aprovechar una fuente lumínica gratuita: la luz natural. En España disfrutamos de muchas horas de sol al año gracias al clima tan benigno del que gozamos, y desperdiciarlas sería un error que revertiría en nuestro bolsillo. Aparte de su coste cero, la luz natural reduce la fatiga visual porque ayuda a la percepción nítida y contrastada de los colores. Para aprovecharla al máximo, las paredes del centro de trabajo deben estar pintadas de colores claros y se recomienda instalar ventanales grandes, que deben estar siempre limpios y libres de obstáculos visuales en el alféizar. El único inconveniente es que la luz natural es muy cambiante, ligada siempre a las condiciones meteorológicas y, por lo tanto, su nivel de aprovechamiento es impredecible. Por eso es aconsejable combinarla con luz artificial.
El consumo de luz también depende en gran medida del tipo de bombilla que utilizamos. Las hay de muchos tipos, pero las LED son una opción fabulosa por su duración y bajo consumo. Eso sí, debemos procurar tenerlas siempre limpias porque la opacidad por suciedad en las luminarias resta hasta un 20% de intensidad.
Siguiendo con las bombillas, es importante distribuirlas de forma adecuada con circuitos de iluminación independiente por sectores, concentrándolas en las zonas de trabajo más delicado y que requieren una visión más certera, iluminando menos otras partes del edificio que no requieran tanta claridad. En ese sentido, también es aconsejable pensar muy bien dónde colocamos los diversos interruptores y a qué lámparas las conectamos, instando a los trabajadores a que siempre apaguen la luz al salir de una estancia por medio de carteles de aviso. Si el problema persiste, otra solución es instalar sistemas domóticos que apagan y encienden la luz automáticamente gracias al movimiento o a la ausencia de él.
Por último, el tipo de negocio y el sector al que se dedique es primordial a la hora de considerar qué potencia se debe contratar. Es muy distinto, por ejemplo, un almacén que un laboratorio farmacéutico, en el que la actividad se debe de realizar con la máxima claridad posible. En todo caso, en Atlas Energía disponemos de un Servicio de Atención al Cliente que ayuda a elegir la tarifa y los conceptos de la factura que mejor convengan a la actividad que estén desarrollando nuestros clientes, aconsejando a la vez cómo controlar el gasto de luz en el día a día de las empresas.
En el próximo artículo hablaremos de la eficiencia energética y de cómo pueden beneficiarse de este concepto las empresas. Hasta entonces, no dude en contactar con nosotros.